Una experiencia inolvidable.

Siempre quise hacer algo por mi país pero nunca hacia nada. Hasta que cumplí 20 años y dije ¡Ya no más! Es tiempo que yo haga algo por mi país. Siempre que pasa algo o leía el periódico, alegaba que por culpa del gobierno estaba pasando todo eso. ¿Qué estaba haciendo yo? A parte de criticar. Hasta que un día una mi linda compañera me dijo que si la quería acompañar a recaudar fondo para un techo por mi país. Acepte, todavía con la sensación de pereza. Al mes, más o menos, decidí que me iba a inscribir para ir a las construcciones. No me arrepiento de la decisión que tome. Uno regresa con una satisfacción impresionante. Confieso que al principio cuando me subí a una camioneta (literalmente) pensé en lo que me espera. Hicimos muchas actividades. El primer día estuvo muy cansado, recuerdo regresar con dolor de cabeza y solo quererme dormir. Al día siguiente terminaos la casa, fue tan emotivo. La señora de la casa se puso a llorar, estaba muy agradecida y dijo que eso era lo mejor que le había pasado en la vida. Muchas veces nos quejamos por cosas pequeñas y no nos fijamos de la realidad. Se los aconsejo es una experiencia muy bonita.