La columna de Amelié
Recuerdas cuando tenías cinco años y te mantenías preguntado, por qué? Tus padres deben haber pensado que lo hacías para volverlos locos, pero tú realmente querías saber! Qué pasó con aquél niño de cinco años?
Puedes recordar aquél niño de cinco años que eras y cómo eras? Es importante porque a esa edad te gustaba lo misterioso. Querías saber acerca de cómo eran las cosas, te fascinaba descubrir, cada día nuevas preguntas, nuevos hallazgos. Cuál es la diferencia entre entonces y ahora? Buena pregunta. Lo divertido de la vida es la jornada. En nuestra cultura, el no saber acerca de algo, es inaceptable y malo; una clase de fracaso. Para pasar la prueba, necesitamos saber las respuestas. Pero aún cuando nuestro conocimiento acerca de cosas concretas es amplio, lo que no conocemos, excede a lo que conocemos. Es muy difícil venir y dar una respuesta simple y clara acerca de: cuál es el significado y el propósito de mi vida? La respuesta a estas “grandes preguntas” surge en el camino de nuestra vida. Y sólo podemos llegar a ella por el camino del no saber, o pudiéramos llamarle el de todavía no saber. Si siempre pensamos que conocemos la respuesta, cómo hacemos para crecer? Cómo estaremos abiertos a la posibilidad de aprender?
Un profesor universitario visitó a un maestro del Zen " Nan-in", para preguntarle acerca del Zen. En lugar de escuchar al maestro, el profesor continúo expresando una por una sus propias ideas.
Después de escuchar por un período de tiempo, Nan-in sirvió té. El llenó la taza del visitante hasta el límite y continuaba llenándola. El té se rebalsó por afuera de la taza, sobre el plato y se regó en los pantalones del profesor y en el piso.
No puedes ver que la taza está llena? Le dijo el profesor muy molesto, ya no puedes llenarla más!
Sí, contestó Nan-in calmadamente. Y así como esta taza, tú estás lleno de tus propias ideas y opiniones. Cómo puedo yo enseñarte acerca del Zen, a menos que vacíes primero tu taza?
Vaciar la taza significa dejar espacio para las grandes preguntas. Significa estar abiertos, reacondicionarnos a nosotros mismos para poder aceptar por un momento, el no saber. A partir de esto obtendremos un gran conocimiento.
En este espacio de “nada” o no saber, es intensa la sensación de realizar que, algo que no sé, está por venir a mi mente y es algo que no existía en el momento anterior.
Esto sería un AH-HA, un momento de descubrimiento de algo nuevo. Este ah-ha estimula el cerebro, evidentemente puede convertirse en algo adictivo, no les parece?
Algunas preguntas para hacerse…….
- Q -Qué prejuicios tienes que no han permitido que cambies o te muevas a un nuevo paradigma?
- C -Cómo esos prejuicios se reflejan en las cosas en tú realidad?
- C -Cuál es tu rollo?
- E -Es posible que conociendo que esas cosas son una manifestación de tus pensamientos, puedas manifestar nuevas cosas basadas en tu nuevo paradigma?
- Si-Cómo los pensamientos pueden afectar la estructura molecular del agua, que están haciendo tus pensamientos con tu realidad?
- - -Cuál vino primero-la silla donde estás sentado o la idea de sentarte en la silla para leer este articulo?
“La vida no se trata de encontrarte a ti mismo. La vida se trata de crearte a ti mismo”. –George Bernard Shaw.
Entrada en base a lectura del libro: " What the Bleep do we know?", William Arnts, Betsy Chasse, Mark Vicente.